Imaginemos que tienes una idea para una aplicación móvil. Hay 3 opciones principales para desarrollar una. Puedes crear una aplicación nativa, una aplicación híbrida o un sitio web móvil receptivo que proporcione la misma experiencia de usuario que una aplicación.
Cada opción tiene sus pros y sus contras, y al seleccionar su ruta, debe tener en cuenta cosas como el presupuesto, las habilidades del equipo, el tiempo y las preferencias de dispositivo de su público objetivo. Por ejemplo, las aplicaciones híbridas y nativas requieren más esfuerzo por parte de los usuarios para encontrarlas y descargarlas, mientras que las aplicaciones web son fáciles de descubrir. Por otro lado, las aplicaciones web carecen de una sensación nativa y pueden desalentar las expectativas de los usuarios e incluso afectar a la experiencia general del usuario.
Las aplicaciones nativas están diseñadas para funcionar solo en un sistema operativo móvil específico y no funcionan en dispositivos que ejecutan otros sistemas operativos. Por ejemplo, si los desarrolladores crean una aplicación para iOS, los usuarios de Android no podrán utilizarla. La principal ventaja de las aplicaciones nativas es que se ejecutan sin problemas en su sistema operativo nativo cuando se desarrollan correctamente. Antes de apostar por este tipo de desarrollo móvil, considere sus desventajas:
Gastos de desarrollo
Desarrollar una aplicación nativa requiere habilidades especializadas. Costará mucho más si has creado una aplicación nativa de iOS y luego decides que también necesitas aplicaciones para Android o Windows.
Mantenimiento
Mantener las aplicaciones nativas no es una tarea fácil para los desarrolladores, ya que tienen que lidiar con varias versiones de la misma información en diferentes plataformas. Las apps deben actualizarse periódicamente, empaquetarse y colocarse en la tienda de aplicaciones.
Política y tarifas de restricciones de contenido
Los equipos de desarrollo de aplicaciones nativas deben lidiar con las restricciones de contenido de la tienda de aplicaciones y obtener su aprobación antes de cargar una aplicación. Además, la tienda de aplicaciones de Apple se lleva el 30 % de las cuotas de suscripción, lo que supone una gran desventaja para los ingresos de una aplicación.
Las aplicaciones nativas también son menos detectables y tienen un mayor coste de interacción.
Cuando se desarrollan correctamente, las aplicaciones nativas funcionan sin problemas en dispositivos que utilizan un sistema operativo específico. Por lo tanto, una de las ventajas más significativas de las aplicaciones nativas es el acceso a todas las características específicas del dispositivo, incluidos el GPS, la cámara, los gestos, el acelerómetro, la brújula, los contactos y las notificaciones.
Además, pueden funcionar sin conexión. Por el contrario, las aplicaciones web no admiten notificaciones y gestos complejos y no se ejecutan en segundo plano o cuando no hay conexión a Internet.
Además, las aplicaciones nativas proporcionan una mejor experiencia de usuario coherente con el sistema operativo y otras aplicaciones. Por ejemplo, si eres un usuario de iOS, te acostumbras a componentes nativos específicos de la interfaz de usuario y a interacciones específicas del dispositivo. Es por eso que las aplicaciones nativas se sienten más familiares y permiten a los usuarios completar tareas más rápido.
Las aplicaciones híbridas están diseñadas para funcionar en múltiples plataformas y utilizar un único lenguaje de código estándar, como C# o una combinación de HTML5 y JavaScript. Al igual que las aplicaciones nativas, se pueden descargar de las tiendas de aplicaciones y tener acceso a muchas funciones del dispositivo, como notificaciones, gestos o GPS.
Lo bueno es que los usuarios apenas pueden ver ninguna diferencia entre una aplicación híbrida y una nativa. Solo les importa obtener una experiencia de usuario positiva. Además, los desarrolladores pueden gestionar las interacciones específicas del dispositivo con los plugins adecuados para el sistema operativo necesario.